domingo, 10 de enero de 2010

Branding: Historia de amor con Google

Todo comenzó hace 6 años, aproximadamente en Julio de 2003. Algunos de mis amigos hablaban bastante bien de ella; unos la catalogaban como increíble, otros hacían alarde de la gran ayuda que prestaba y otros tantos le pronosticaban un futuro promisorio. Con el paso del tiempo los comentarios sobre ella fueron aumentando, así como mi curiosidad por conocerla.
Decidido a saber quién era, me senté frente a mi computadora, llamé a un amigo para que me recordara su nombre, pues para esa época aún me costaba pronunciarlo bien.
- Andrés, dime el nombre de la que todos hablan, que la quiero conocer – Le dije a un compañero con tono de curiosidad en mi voz.
- Google – Me respondió.
Le pedí que me deletreara el nombre para asegurarme de haberlo escrito bien y luego la llamé escribiendo:
www.google.com. Tras esperar unos segundos apareció. Mi primera impresión fue de desilusión, pues esperaba algo más llamativo, más interactivo, con más herramientas, más parecida a la página que usualmente manejaba: yahoo.com.
No se puede decir que fue amor a primera vista, la relación tuvo que construirse. Al principio era sólo una alternativa de segunda opción; sólo la usaba cuando me fallaba Yahoo u otras que cumplían las mismas funciones, pero que seguramente fueron poco relevantes, pues sus nombres no permanecen en mi memoria. Pero al encontrar que cuando las otras opciones fallaban, Google no lo hacía, mi amor por esta última comenzó a nacer. Ya no me importaba tanto su imagen ni su apariencia, me importaba más su funcionalidad y el grado de necesidades que me cubría, que era bastante alto.
Con el tiempo se fue convirtiendo en casi una compañera de estudio, mi biblioteca y hasta podría decirse que en un oráculo, pues daba respuesta a muchas de mis preguntas, incluso provocó que me alejará de la que nunca pensé que podría abandonar: la enciclopedia virtual Encarta.


Llegó a la fama

Así como ha sucedido con muchas marcas, sus beneficios se fueron conociendo y muchas más personas comenzaron a hablar de ella. Es una realidad, que mi amor por Google es compartido por habitantes de todos los continentes del mundo o por los menos de casi todos los lugares donde haya posibilidades de conexión a la red de redes, que es el lugar de nuestros encuentros diarios.
El amor que tantos habitantes del mundo tenemos por ella, la ubican como la número uno entre las marcas más valiosas del planeta.
Es tal el impacto que Google ha tenido en nosotros, que de nombre pasó a verbo, pues es los últimos tiempos se ha acuñado el neologismo “Googlear”, el cual hace referencia a la búsqueda de información en la red mediante el buscador Google.


Amor fiel y dependiente


Google comenzó a darme detalles que nunca imaginé que me pudiera dar y que me hicieron enamorar más de ella, uno de ellos es la personalización de su logo en las fechas y eventos especiales, como el día de la tierra, la navidad, los juegos olímpicos, celebraciones nacionales, el día del profesor, de San Valentín, día de la Madre, Halloween y año nuevo. Particularmente este detalle me demostraba que era sensible frente a lo que sucedía en el mundo.
Para 2006, sólo pensaba en Google cuando de buscar algo en la red se trataba, para mí ya se había convertido en una necesidad, me estaba volviendo fiel a ella. Este amor, necesidad y fidelidad fue aumentando cuando Google me comenzó a ofrecer más servicios, los conocí y los involucré a mi vida personal y profesional, como si fuera mi compañera fiel o una efectiva asistente.
Actualmente la veo todos los días, casi a toda hora, desde que me levanto hasta que me acuesto. Es el inicio de mis días, pues es de esta marca la primera página que veo cuando me levanto y enciendo la computadora y la última página a la que doy click en la “X” para cerrarla y apagarla computadora.
Los términos Gmail, Google Calendar, Google Docs, Google News, Google Books, Blogger, Google Maps, GTalk, Google Eath y Traductor de Google; son constantes en mi vocabulario, hacen parte de mi vida diaria y el uso frecuente que hago de ellos demuestra el amor y el agradecimiento por los grandes servicios que Google me brinda sin aparentemente esperar algo a cambio.

Pero no todo es color de rosa

A pesar de lo importante, útil y funcional que Google ha sido para mí, hay algunos aspectos de esta marca que me disgustan; uno de ellos es el rastreo de la información que pueda dejar el usuario cuando usa el buscador y otro es las compra de Youtube hace pocos años, pues con esto me demuestra que aparentemente le está dejando de importar mi privacidad.
Estos aspectos negativos no superan los positivos y no han logrado quitarme el amor y la fidelidad que siento hacia Google; por eso me declarado un total enamorado de esta marca, es decir, me declaro Fans de Google.

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